En las trincheras.

Amo a nuestros burros. Sí. Pero no os voy a mentir, esto de la lechería de burra no es fácil.

Son estas historias, estos niños, nuestros niños... ellos son la verdadera razón por la que seguimos adelante. Todos los desayunos, almuerzos y cenas perdidos con papá porque estaba ordeñando o haciendo las tareas del hogar. Patadas, mordiscos y pisadas ocasionales. La angustia y las lágrimas cuando las cosas están fuera de nuestro control y ningún esfuerzo humano puede alterar ese hecho.

Luego recibimos estos correos electrónicos... y aún mejor, conocemos a estos niños y a sus padres en Hee Haw for Health.

Y nos damos cuenta nuevamente de lo bendecidos que somos de poder ser parte de esto. 

Incluso cuando es difícil. 

Especialmente cuando es difícil.

Por favor, oren por nosotros y por cada persona que ayudó con este evento para nuestros niños, les dio dinero para leche, se ofreció como voluntaria... Están en las trincheras con nosotros y nunca podremos agradecerles lo suficiente.

“Estoy contento con las debilidades, los insultos, las penalidades, las persecuciones y las dificultades por amor de Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

2 corintios 12:10 GNB

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